Por Prof. Julio Ortiz*
Históricamente el cooperativismo ha experimentado embates destructivos o impulsos edificantes; entre aquellos, también debemos inventariar la indiferencia u omisión de quienes poseen la responsabilidad de orientar las acciones educativas y culturales. Estas fluctuaciones se mueven, muchas veces, al compás de políticas económicas globales que, finalmente, van a impactar en cada uno de los hogares. Es decir, no existen cuestionamientos sobre los resultados beneficiosos que el accionar cooperativo conlleva. Son otros los factores que entorpecen la formación y ejecución de hábitos cooperativos.
En la región central del país, la más productiva, el desarrollo y bienestar alcanzado en la población se sostiene, en muchos casos, en la tarea mancomunada y orgánica de trabajadores agrupados en sociedades cooperativas. Estos resultados, que afloran a superficie en grandes usinas lácteas, en entidades de consumo, viviendas, etc. , son motorizadas por vecinos que han incorporado el espíritu cooperativista como una forma vida. Por esos hablamos de orientar ‘acciones educativas y culturales’. Las familias integrantes de tales sociedades transitan por una cultura de vida que testimonian con la mano extendida al conciudadano.
La solidaridad, esencia del cooperativista, sostiene los valores fundamentales de la comunidad en que vive. Corresponde, entonces, preguntarse ¿porqué en nuestra provincia de Formosa el cooperativismo tiene tan escasa presencia? Indudablemente porque sus cimientos son endebles es una de las principales causas concurrentes. Es en la diaria labor escolar donde se debe dedicar el mayor esfuerzo; este es el ámbito indicado para comenzar a trabajar con coherencia y perseverancia si aspiramos a tener en el mediano o largo plazo una comunidad que satisfaga sus cotidianas demandas en organizaciones de esta naturaleza.
En el presente trabajo ‘Historiografía de la educación cooperativa escolar en Formosa a través de instrumentos oficiales’ queda perfectamente demostrado el tortuoso camino por el que ha transitado en el sistema educativo provincial. Sin omitir aisladas decisiones gubernativas debemos presupuestar en el haber, no tanto la ejecución de políticas, sino el esfuerzo incansable de algunos docentes. Siempre adelante el esfuerzo individual y las convicciones de sus ejecutantes; más atrás, el marco legal. Rememorando labores de la década del setenta, el profesor Ramón Giménez, efectúa dos aseveraciones importantes. Refiriéndose a la ‘Comisión Permanente de Cooperativismo Escolar’ lo dice con marcada claridad: ‘Nosotros trabajamos, diríamos, al margen de esa resolución porque estábamos muy entusiasmados’. A modo de evaluación afirma: ‘Yo creo que se está un poco con una deuda en materia cooperativa al no incorporar de manera expresa la educación del cooperativismo en las aulas’.
Haciendo una mirada retrospectiva sobre estos aspectos del sistema educativo en la provincia de Formosa no podemos menos que coincidir con estas expresiones del entrevistado. Hay una visión muy estrecha que impide poner en marcha políticas que van a entregar su fruto dentro de algunos años. Los hábitos van modificándose lentamente y, lógicamente, se debe trabajar con constancia, convicción, seriedad y claridad de objetivos.
Es este el marco en el que viene trabajando, desde hace décadas, un grupo de estudiosos del tema, entre los que sobresalen José Yorg y Ana María Ramírez Zarza, entre otros. Una lucha desigual, muchas veces incomprendida, con respuestas estatales esporádicas, ajenas a un proyecto de mediano o largo plazo. ‘Así llegamos a la segunda defenestración’ dice Yorg refiriéndose a las resoluciones ministeriales que dejaron sin efecto proyectos de educación y acciones cooperativistas en el ámbito educativo. Contra esa incoherencia trabajan estos docentes.
Sin embargo, es resaltante el convencimiento con que predican Yorg y Ramírez Zarza y la perseverancia con que actúan, muchas veces remando en el medio de un arenal sabiendo que al final del mismo han de encontrar las aguas calmas que los llevará, seguramente, a un horizonte de realizaciones.
El trabajo que ahora presentan no solo entrega el material normativo y los vaivenes de la educación cooperativista en las aulas, sino también encierra el esfuerzo que vienen realizando docentes de Formosa para lograr que el trabajo mancomunado se instale en nuestra sociedad como una esperanzadora forma de vida.
*Docente. Ex Consejero del ex Consejo General de Educación-C.G.E (Ministerio de Cultura y Educación), de la Provincia de Formosa. Ex gremialista docente. Investigador-Historiador. Experto en legislación escolar.
EDUCACIÓN E INVESTIGACIÓN
Por José Yorg y Ana María Ramírez Zarza
El propósito de la indagación de este trabajo es reconstruir la acción pedagógica que se produjeron al amparo de normativas que promovieron la educación cooperativa en las escuelas formoseñas, y por tanto, orientada a que estén disponibles públicamente los significantes frutos que de esa acción pedagógica devinieron en sus distintas épocas o etapas.
Se procura brindar una primera aproximación sobre las raíces históricas que han nutrido y nutren la evolución de la educación cooperativa escolar en la Provincia de Formosa-Argentina-. Es un preliminar que se construyó con el objetivo de sentar las bases a ulteriores investigaciones sobre la temática específica que nos ocupa.
