Esta afirmación tiene para nosotros todo el riesgo que conlleva ser coherentes con una Doctrina originada por aquellos veintisiete hombres y una mujer que se levantaron a enfrentar las peores condiciones generadas por el capitalismo industrial en la propia Inglaterra en el siglo XIX.
El infortunio de miles y miles de personas estuvo signada por el modelo productivo de explotación impuesto a partir de la máquina industrial que selló el tipo de relación social que persiste hasta nuestros días: propietario y no-propietario.
Cabe preguntarse, ¿de dónde surge la idea que sustenta la respuesta cooperativa a esa situación injusta?
La formula promovida por los Pioneros en modo alguno era nuevo, puesto que se origina de la esencia misma de la naturaleza humana: La Cooperación.
La Cooperación es la formula genuina y genética de la especie humana, hoy adormilada por siglos de enseñanza en la mezquindad en sociedades habituadas al consumismo y la competencia.
¡Pero la historia de la humanidad en la búsqueda de la recuperación de su condición cooperante es implacable y prosigue su marcha!
Antes de los Pioneros hubo otros que intentaron restaurar la cooperación y así la concatenación de experiencias cooperativas fue construyéndose y va venciendo las más fuertes resistencia de aquellos que prefieren mantener la desigualdad social, defendiendo intereses egoístas.
Queda claro entonces, que si se ha alcanzado la actual realidad cooperativa en el mundo entero, es en virtud a esa voluntad tan firme de los que adhieren a los Valores y Principios Cooperativos, evidenciándose que surgió Rochdale porque hubieron antes otros hombres y mujeres que teorizaron sobre las experiencias cooperativas anteriores que habían fracasado sobre las cuales extrajeron conclusiones valiosas.
Se debatieron pues, los casos de experiencias desacertadas, comprendiendo las profundas causas y orígenes de los fracasos, y que éstos eran perfectamente atribuibles a fallas de organización y funcionamiento equivocados, puesto que provenían de conductas y hábitos individualistas, perfectamente superables por medio de una continuada y persistente educación y capacitación cooperativa.
Así, antes y después del surgimiento de los Pioneros de Rochdale, la cooperación prosigue.
Para que existiera Rochdale, Mondragón, los kibutz, SanCor, el IMFC., COOPERAR, CONINAGRO, Hogar El Obrero, Ibarreta, El Picaso, El Chajà, El Colorado, Clorinda, Mojón de Fierro, y tantas y tantas cooperativas en todas las naciones, tuvieron que estar quienes promovieron, incrementaron o ingeniaron organizaciones de cooperación con vigor necesario.
Tal como lo hace TECNICOOP en la Provincia de Formosa, creando instancias educativas como el ProDeCoop-Universitario, el Instituto 'Oficina de la Cooperación' y el espacio público Plazoleta de la Cooperación y la Mutualidad “Dr. León Schujman.”
Nuestro mérito-si cabe anotarlo, modestamente- para llevar adelante la tarea educativa, gremial y política cooperativa, ha sido el haber despertado los mejores impulsos humanos en periodistas y los empresarios de los medios de comunicación, personalidades e instituciones que nos apoyan maravillosamente.
Por eso esta afirmación, afirmación de nuestra continuidad como cooperantes de las ideas sembradas por los Pioneros de Rochdale, germinadas con sudor y sacrificios aquí y ahora desde Formosa y es una formidable responsabilidad en nuestras espaldas.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
José Yorg
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