miércoles, 15 de octubre de 2008

La visión cooperativa ante la crisis financiera mundial


La crisis que azota a todos los países desarrollados no es una cuestión aislada, pretender solaparlo y no preparar a la gente solo nos llevaría a una hecatombe más difícil para soportar y salir de ella. Es necesario reflexionar sobre el mismo y proponer soluciones concretas para enfrentarlo, expresó el profesional cooperativista.


El mundo presencia una crisis financiera sin precedentes del capitalismo, con consecuencia todavía inmensurable para todos los pueblos de la humanidad.

Las dificultades por la que atraviesan, fundamentalmente los países desarrollados son mayores, por ahora por que ahí es el epicentro, que los de las periferias, pero que más tarde acarreará derivaciones problemáticas en nuestras economías y sociedades.

La puesta en práctica de enmascarar la crisis que no es un sano remedio, la historia nos demuestra en forma concreta, que en las grandes crisis que azotó a los países (primera y segunda guerra mundial, la crisis del 29 y mas recientemente las secuelas del neoliberalismo) hubo grandes compulsas violentas y las secuelas inevitables de la desolación de la gente.

¿Por qué esta será la excepción? Nadie desconocemos que la globalización económica capitalista es una realidad. Entonces ¿porqué esconder? Se preguntó Arguello.

Prosiguiendo el cooperativista puntualizó, que el capitalismo es un sistema económico, social y político que se sustenta en la explotación de unos pocos hombres a otros millones de hombres a través del capital. Su fin principal es el lucro, que a través de ella concentra la riqueza en pocas manos, así su desarrollo tuvo su etapa mercantilista, comercial, industrial, llegando hoy a su lugar financiero, donde sólo existen documentos, pagares, títulos, etc. para cobrar, pero que no aparece su sustento material: el dinero, el producto.

Mientras uno pocos hombres riñen por quedarse con la gran riqueza de casi todo el planeta, millones y millones riñen para sobrevivir en las peores condiciones “humanas”.

Antes esta perspectiva, es necesario dar camino por donde podamos recorrer entre los seres para llegar al lugar que queremos todos los hombres de buena voluntad: LA JUSTICIA SOCIAL.

La Empresa Cooperativa como Alternativa

El movimiento cooperativo argentino y mundial, sustentado en la organización empresarial cooperativa, ha demostrado con su experiencia y holgura que es la herramienta más eficaz para resolver todos los males que flageló y flagela a la humanidad.

Estas entidades que realizan actividad económica, pero no practican la economía de lucro, representan y realizan el pensamiento doctrinario y práctico de la economía no lucrativa. El costo social es sustraído a la intermediación parasitaria que encarece artificialmente los productos y servicios que corresponde al asociado y la comunidad, impidiendo de esta manera que el que produce sea despojado indebidamente la parte del fruto de su trabajo. Quita la parte de la ganancia al mercader: no hay explotación de unos pocos hombres por otros millones de hombres a través del capital.

Cualquiera que sea el capital del asociado en la empresa, el asociado tiene un solo voto. Su administración es democrática y por ellos mismos elegidos.

El capital no tiene preeminencia sobre el hombre, por lo tanto capital y trabajo van en auxilio.

El crecimiento y desarrollo de las empresas cooperativas, equilibra y ensancha hacia arriba la distribución de todo lo producido entre sus asociados y la comunidad en general.

Lo que por previsión se cobra de más por el producto o servicio se devuelve a todos los que participaron de esa riqueza.

De este modo estamos en presencia de una organización, que en forma pacífica, distribuye todo lo producido equitativamente.

El trabajador, el empresario, el usuario, el cliente cooperativo no ve ni siente que exista explotador ni explotado, porque en ella desaparece.
Concluimos entonces que estamos frente a una organización superior al de otro tipo de método de producción, de relación, por resultado crearemos otro tipo de conciencia social.

El momento histórico que nos toca vivir, dijo Arguello, es de suma sensibilidad social, por lo que requiere un análisis y reflexión profunda de la situación, de todos los líderes cooperativistas, administradores, políticos y dirigentes en general para corregir el rumbo de este acontecimiento que inevitablemente sobrevendrá, con consecuencias que pueden ser funestas para nuestros pueblos y muy tarde para resolverlo, concluyó efáticamente.

ROQUE ARGUELLO
TCO. EN COOPERATIVISMO

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