Por Raúl Rodriguez
¡Que difícil convivir en una sociedad en la que aun persisten rasgos de sistemas como la comunidad primitiva, el feudalismo y el capitalismo!
Impensado en principio, desde Obama, presidente de los EE.UU., llamando la atención al capitalismo financiero y colonialista, manifestándoles que “el mundo ha cambiado, nosotros deberemos hacerlo”, pasando por los últimos conflictos de medio Oriente, Cuba, Venezuela, Bolivia, se evidencia a las claras la evolución de los distintos sistemas económicos o modos de producción hasta estos tiempos.
Esta evolución no es la que vemos traducida en nuestra provincia, generando así una crisis existencial para con el resto del mundo, por ser una provincia gobernada con características fascista y feudal, donde el gobierno, por un lado, por medio del terror – en principio – elimina la oposición, acción que le sirvió para amedrentar cualquier indicio en su contra, y por otro lado, se reparte grandes extensiones de tierra entre sus sostenedores, - previo desaliento a pequeños productores - concentrando grandes extensiones, mayormente improductivas, logrando una gran masa de marginales y marginados que más temprano que tarde buscaran su espacio e identidad.
Esta situación no es muy bien vista del otro lado de la General Paz, ya que aquí no se refleja la evolución que exige el momento, manifestado en la sumisión y el primitivismo del pueblo, producto de la tarea a la que se dio este régimen, de cientos de miles de formoseños que habitamos este suelo.
EMBRUTECIMIENTO
Lo cierto es que eventos como los sucedidos en estos últimos tiempos en Tartagal ponen a prueba el buen funcionamiento de la maquinaria de embrutecimiento del régimen formoseño con reminiscencia Stronista con sus famosos personajes “pyragués”, pues, tal acontecimiento natural pone al descubierto verdaderos genocidios políticos.
Se observa, en este contexto, una clara confrontación local con el poder central, por ahora incipientes, pero con claros signos de estallar en momentos menos esperados que serán oportunidades que alguien lo capitalizará, sin dudas, y por ello se realizan ingentes esfuerzos para estar a tono – sin siquiera convencerse así misma – y no perder el rumbo del mundo, modificaciones y evolución inherentes a la misma dinámica de un sistema agotado que ya no los contiene; de modo que nos queda seguir buscando nuestra identidad sin esperar mucho de nuestros representantes, quienes sólo evidencian desprecio hacia el pueblo.
*Periodista
*Vocero de TECNICOOP
Formosa
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