viernes, 10 de julio de 2009

Auditando socialmente a cooperativas formoseñas


Por Prof. Lic. Ana María Ramírez Zarza

Tomando como parámetro lo que ocurre actualmente con la Cooperativa de Clorinda, intentaremos echar algo de luz sobre ese proceso de deterioro empresarial-organizacional cooperativo y de tal modo, evidenciar a los asociados en particular, a la población en general y al propio Estado provincial, la patología que acosa a estas entidades-a nuestro criterio- y el por qué de ella.

Una de las cuestiones que plantea el Cooperativismo es la concepción de que las cooperativas son unidades económicas y sociales. Como unidad económica opera en un mercado capitalista a contramarcha de su esencia humanista, realizando actividades mercantiles materializadas en la producción, venta, compra y reventa de bienes y servicios.



Así la práctica empresarial cooperativa busca satisfacer las aspiraciones sociales y económicas de sus cooperarios e irradiar su influencia a toda la comunidad, fundándose en sus principios, valores y métodos que no son otra cosa que orientaciones generales y especificas que le permitan actuar en un mercado altamente competitivo y lograr alcanzar un posicionamiento estratégico diferencial.



Introduciéndonos en nuestro análisis, y siguiendo al Gran Maestro Don León Schujman en el “Método Cooperativo”, aunaremos el concepto de “La auditoría social es un proceso que permite a una organización evaluar su eficacia social y su comportamiento ético en relación a sus objetivos, de manera que pueda mejorar sus resultados sociales y solidarios y dar cuenta de ellos a todas las personas comprometidas por su actividad". (New Economics Foundation)



Ahora enfocaremos nuestra atención en aspectos substanciales de todo éxito empresarial, del cual las cooperativas no escapan a ello, es así incuestionable la relación costo – beneficio tanto en el campo económico, como de formación de sus talentos humanos y el eje central y muchas veces espinoso, la redistribución del ingreso.



Cooperativas de Servicios Públicos



La peculiaridad de las Cooperativas De Servicios Públicos de la Provincia de Formosa es que éstas, fueron constituidas a instancia del Programa la Alianza para el Progreso, para brindar servicios de electrificación y agua potable para las zonas rurales, con el objetivo de coadyuvar al desarrollo poblacional.



Con el tiempo, estas cooperativas fueron diversificando sus servicios, constituyéndose en cooperativas integrales (actividades diversificadas y objeto social múltiples) y monopólicas, con un mercado cautivo y poco atrayente a capitales privados extranacionales.



La diversificación de los servicios solo puede darse luego del análisis y la aprobación de la cartera de negocios de la entidad, en la cual los proyectos de inversión mostraban un rápido recupero de la inversión y buenas ganancias. No se ofertan nuevos servicios para obtener pérdidas, ello disminuiría el capital social, y pondría en riesgo la existencia misma de la cooperativa.



De sobrevenir la pérdida con posterioridad a la prestación del servicio debe ser retirado del mercado sin dilación., porque ningún servicio que se preste el costo de brindarlos no debe ser mayor que los beneficios o ganancias. No se puede mantener la actividad económica si los saldos están en rojo.



Redistribución de ingresos



La vertiente política económica de nuestro movimiento posibilita que las cooperativas en su faz empresarial redistribuyan sus ingresos. Es innegable que toda empresa debe crecer, consolidarse en el mercado y desarrollarse, las cooperativas no escapan a ello., pues lo hacen por mandato doctrinario. Es por ello que consagra el “principio del retorno” que es la parte que le corresponde a cada cooperario del excedente cooperativo.



Claro está que del excedente cooperativo se debe destinar un porcentaje destinado a reinvertir, para ampliar, mejorar o brindar nuevos servicios, pues si así no se procediera, estas se verían demoradas en su crecimiento y salida posterior del mercado, la relación costo – beneficio arrojaría pérdidas.



Pero si no se redistribuye al asociado, no se elevará el nivel de vida del asociado y familia. La relación costo - beneficio social estará en rojo. Se violentará un principio rector del Sistema Cooperativo.



No pueden existir cooperativas poderosas económicamente y asociados pobres, indefectiblemente éstas cooperativas fracasaran, y es de inexcusable cumplimiento y responsabilidad el deber y la obligación de sus cuerpo directivo, prevenir este mal, porque ello trae aparejado otros miles de males y los perjudicados siempre somos los mismos, la clase obrera



Veamos, ahora, como actúa el elemento económico de las cooperativas, el servicio se presta a un determinado precio. Dicho precio es siempre provisorio, pues el definitivo sólo se conocerá al finalizar el ejercicio económico, cuando se realiza el balance contable. El precio que se toma como orientador es, generalmente, el precio de mercado.



Cuando finaliza un ejercicio contable y se realiza el balance surgirá una diferencia en más o en menos sobre aquel precio provisorio. Ese beneficio, cuando la Administración ha sido eficiente y sana es lo que se denomina “excedente repartible” que es la diferencia exacta entre el costo y el precio definitivo del servicio prestado a los asociados. El excedente es un valor que la cooperativa ha generado de más y que debe volver al asociado.



La posición de TECNICOOP
Responsabilidad de sus actores sociales



No debe ser una tarea de unos pocos, de los dirigentes o gerentes, sino de sus actores principales, que son los asociados -cooperarios y de la comunidad toda, cuyo deber y derecho está fundada en la participación democrática, en la definición, el seguimiento y evaluación de las propuestas de satisfacciones de las necesidades y requerimientos de la organización y la sociedad.



La cooperativa debe posibilitar el estudio, debate, la discusión de los planes estratégicos con todos los dirigentes, asociados y trabajadores, armonizando la disciplina organizacional y la iniciativa, creando un ámbito que juzgue la tarea propia de cada integrante de los órganos sociales, y la de todos los empleados y asociados, donde debe imperar la crítica y la autocrítica constante como herramienta de superación de las ineficiencias.



Estos conceptos son de primordial importancia comprenderlos y aplicarlos en la gestión cooperativa, ya que los asociados son los verdaderos dueños de los medios de producción y por ello pueden y deben proyectar sus aspiraciones y pedir cuentas de la gestión a los consejeros y gerentes que los representan en el ejercicio, por encargo social, de administrar el patrimonio social y económico; pero tristemente en ocasiones, sin advertir ello, los consejeros, directivos o gerentes, se erigen en dueños absolutos, creyendo interpretarlos o bien ,actuando a espaldas de los verdaderos propietarios.



Llegado a un estado de crisis por las causales anotadas, se requiere un saneamiento dirigencial, pues cuando las papas queman es porque una administración insana y un órgano de contralor (sindicatura) y estadual ineficiente en su gestión de defensa de estas entidades han fracasado, tal cual lo evidencian el destino de las cooperativas de El Picazo y del Espinillo, entro otras.



Los cooperarios deben tomar en sus manos las riendas de su empresa, deben hacer una reasignación de sus recursos, deslindar, identificar y graduar las responsabilidades sociales de la gestión y administración del Consejo de Administración y Sindicatura y aplicar sobre ellos las sanciones que correspondan.



¿Crisis? El capitalismo presenta cíclicamente crisis, la cuestión es que siempre la pagan los menos favorecidos, pero sepan y sepan de una vez para siempre que las cooperativas nacieron de la crisis capitalista para enfrentarla en 1844 y tuvieron y tienen éxito donde se las gestiona con honradez y bajo los Valores y Principios Cooperativos.



Es oportuno aquí recordar que desde Tecnicoop, cooperativa que colegia a Técnicos en cooperativismo, envestidos de incumbencia profesional, en una oportunidad aplazamos públicamente el desempeño administrativo del titular de la Dirección de Cooperativas de la Provincia de Formosa por ejercer su oficio de manera relajada e ineficiente, prueba de cuanto se afirma es la incidencia negativa expresado en la ausencia de programas de desarrollo cooperativo. (El Comercial.com.ar-28/11/07)



Como evidenciamos, el Estado está comprometido con la suerte de estas nobles organizaciones y corre por tanto, también con el mismo sino, es decir, en la realidad de las cooperativas formoseñas substancialmente está reflejada las políticas publicas dirigida a ellas., de tal manera que, podemos afirmar que en el fracaso de éstas está presente el fracaso de la política del estamento oficial hacia éstas.



Es innegable que el mayor fracaso imputable por partida doble está devenido del alejamiento del plexo normativo de inexcusable cumplimento de la aplicación de la educación y capacitación cooperativa, incluida la educación cooperativa escolar, desde donde todo argumento artificioso de justificación se derrumba y se denota mediocridad y autoritarismo.



No puede existir Cooperativismo si en las conciencias no se opera un cambio que provoque una nueva actitud fraternal en la sociedad, o donde se desenvuelve la cooperativa

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