martes, 7 de julio de 2009

La fuerza de la realidad. Época de despierte de fuerzas y conciencias adormecidas.


*Por José Yorg, el cooperario.

“El Gobierno ha cometido un error garrafal en la forma de enfocar el manejo de este brote epidémico de gripe A. Primero buscó minimizarlo para luego atenderlo en su real y potencial dimensión. Al hacerlo así, ha perdido liderazgo y credibilidad. La consecuencia es que hoy todo el mundo duda de todo y casi nadie cree en nada”, nos afirma el periodista Nelson Castro.

Por nuestra parte, modesta y respetuosamente nos apresuramos a señalar que no nos basta, nos parece una conclusión muy epidérmica, creemos que la cosa viene de lo profundo de un régimen autista, pero también, de las entrañas mismas del pueblo mil veces engañado, por tanto, todo indicaría otras cuestiones. Es el síntoma de que “algo huele mal en Dinamarca”, por así decirlo.

Los procesos económicos-sociales son ya independientes de las personas y sus respectivos intereses, catalizados por la crisis financiera del capitalismo que enerva toda contradicción dormida y las despierta.

Los gobernantes se han alejado de “la voz Dei, voz populi”, gobiernan sobre una realidad creada por ellos mismos, basados en teorías que sólo ellos comprenden.

Así, la fuerza de la realidad se evidencia claramente ante quienes la quieren ver sin esconderla, sin desvirtuarla.

Esa actitud de crear constantemente a través de los medios de comunicación una realidad virtual de que todo está bien, disiente ferozmente con los guarismos altísimos de pobreza y marginación donde la democracia es casi una falacia, nos convierten los gobernantes en un país eleccionalero, donde la perspectiva de mejoramiento social es una fabula terrorífica.

En ese contexto, el cooperativismo y su noble función humana no pueden avanzar, muchos de sus actuales líderes están desfasados, producto de haber adherido a las leyes del libre mercado y la competitividad, otra gran mentira.

El cooperativismo con su Doctrina, sus Valores y Principios establecidos como guía de acción transformadora, en Formosa y en muchos lugares, lamentablemente, no está anidado en las mentes y los corazones de los directivos de las cooperativas, eso se constató de manera indiscutida en ocasión de los preparativos de conmemoración del Día Internacional del Cooperativismo, suspendido por el funcionario público Ricardo Fischer, ante quien exhibieron una actitud francamente endeble.

Nosotros decimos que se debe tener muy en cuenta que la más terrible inmoralidad que se puede apoderar de la conciencia de los hombres y mujeres que lideran las cooperativas, federaciones y confederaciones es la falta de fe en la fuerza y la guía de la cooperación. Se equivocaron de puerta en perjuicio de todos.

Estuvimos, es cierto, sólo tres cooperativas de las muchas que existen en Formosa en la Plazoleta de la Cooperación Dr. León Schujman, ello habla claramente como dice el poeta cubano José Martí “Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en si el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a sus pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.

¿Acaso esperaban que no anunciáramos a Formosa y al mundo entero el evangelio de la cooperación en un día tan reluciente?

Debemos plantearnos muy sinceramente las posibilidades que tenemos de incidir de una manera decisiva en la solución de los problemas de los asociados cooperarios y de la comunidad, precisamente, bajo una política estatal de indiferencia y en muchas ocasiones de menoscabo al noble sistema cooperativo y a quienes lo promovemos.

Mediante el esfuerzo unido de todos, pueblo y Gobierno, mediante la coincidencia de criterios, ya que es posible coincidir plenamente en la detección de necesidades y en las esperanzas del pueblo, es posible entonces, vencer las enfermedades contagiosas, pero también y sobre todo a las enfermedades sociales vergonzosas como la pobreza y la marginación.

Porque no es posible olvidar, bajo severas consecuencias ulteriores, que los pueblos existen, que son existencias de carne y hueso, que la solución de sus necesidades es urgente, que los problemas de hambre, de desempleo, de educación y de salud son gravísimos, y es, por tanto, imperdonable ceguera por parte de los gobernantes no permitir que la acción bienhechora del cooperativismo aporte a las soluciones apropiadas.

A nuestra conclusión, la falta de un abordaje unánime y real obedece, sencillamente, a la influencia de viejas ideas retardatarias que están fastidiando sobre nuestras ansias de vivir como corresponde en dignidad.

Los cooperarios, henchidos de Doctrina, de Principios y Valores cooperativos, creemos firmemente que no hay obstáculo por difícil que sea que la cooperación no la venza, y por ello, acompañados de la más profunda convicción democrática, alentamos a que sea restituido el derecho de enseñar y aprender cooperativismo, hoy vulnerado.

Particularmente… no soy hombre que se deja así nomás abatir u arriar como ovejas, esto lo sabe bien Fischer, por las dudas, le ubico nuevamente con quien está tratando, ¡soy hombre de respeto!

Nuevos tiempos se avecinan, han despertado fuerzas y conciencias adormecidas por décadas por tanto bombardeo de mentiras y falsedades. La fuerza de la verdad se impondrá: los pueblos necesitan y reclaman otra democracia donde la participación sea una cultura y la representación sistémica política-partidaria, un mal recuerdo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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